Lo creas o no hay una lista de objetos que no se deben regalar por unos motivos o por otros, aunque los más comunes de estos motivos son supersticiosos.
Entre esos objetos tenemos los espejos (sí sí, lo has leído bien, se dice que si te regalan un espejo no volverás a ver a la persona que te lo regaló) y, evidentemente los cuchillos, si no no estaríamos haciendo este post ¿verdad?.
La razón principal por la que se dice que no se deben regalar cuchillos, tijeras, navajas, etc, o sea, todo lo que tiene punta y filo cortante, es porque al hacerlo estarás cortando la relación con la persona a la que se lo has regalado.
Si por ejemplo se lo regalas a una pareja de recién casados, puede que en lugar de estar regalándoles un objeto para cortar la tarta nupcial, le estés regalando una separación en un futuro próximo… Esto es algo a tener en cuenta, si lo que se quiere conseguir es precisamente la separación de los contrayentes 😉
Eso sí, si el cuchillo está acompañado por el resto de la cubertería o por una parrilla o un jamonero, no pasaría nada, pues no estás regalando un cuchillo si no un conjunto de objetos entre los que está el «arma blanca de las peleas».
🔪 Índice de ¿Por qué los cuchillos no se regalan?
¿Qué Puedo Hacer Si Quiero Regalar a Alguien un Cuchillo?
Esta es la pregunta del millón y por suerte tiene contestación.
Si estás seguro que quieres compartir con una persona o con una pareja ese cuchillo, espada, machete e incluso esas tijeras que tan buen resultado te han dado a ti, tienes que saber que puedes hacer una cosa para evitar el conflicto que se avecinaría.
En lugar de regalarlo sin más, pídele a la otra persona que te lo cambie por algo o que te pague por él una cantidad simbólica. Servirá una moneda de 1 céntimo, sí, o cualquier objeto que tenga por casa de valor ínfimo.
La cosa, como ves, es no regalarlo sin más, sino cambiarlo o venderlo.
¿En Todos los Países Se Cree Que Regalar Cuchillos Es Negativo?
Ese evidente que creer en este tipo de supersticiones o no creer en ellas es algo personal, pero que en caso de ser ciertas van cumplirse en todo el mundo y para todas las personas.
Por regla general, el acto de regalar cuchillos no está bien visto en casi ninguna parte del planeta, por lo que recuérdalo allá donde vayas a ir.
Esto no quita que haya algunos lugares en los que regalar cuchillos se ve como algo positivo. Por ponerte un ejemplo, en algunas zonas de Argentina si un amigo te regala un cuchillo, además del objeto en sí, te está demostrando que se preocupa por tu seguridad, ya que con él puedes proteger a tu familia, tu hogar y tus bienes.
¿De Donde Viene Esta «Teoría»?
Todo este tipo de teorías supersticiosas que han llegado hasta nuestros días, tienen un punto desde el que partieron.
Por regla general es casi imposible saber qué es lo que lo desencadenó y si lo llegamos a conocer suelen ser leyendas y cuentos con una base poco histórica.
En este caso hemos conocido dos leyendas distintas que llevan a la conclusión final que regalar cuchillos no es la mejor de las ideas.
Una de ellas cuenta como los Señores de la Edad Media abusaban de los herreros y no les pagaban los trabajos que estos les hacían en sus espadas y cuchillos.
Hartos de «regalarles» su jornada laboral, empezaron a reparar sus armas pero con defectos. Eso las debilitaban.
De esta forma el Señor pronto caía en combate y así el herrero le perdía de vista.
Desde entonces se dice que hay que pagar siempre el trabajo del herrero aunque sea con una simbólica moneda.
La otra leyenda, la que a nosotros nos gusta más aunque no sabemos cuál puede ser la verdadera, habla de dos hombres, dos amigos, que al principio de una noche juerga se regalan el uno al otro el cuchillo que llevan al cinto.
Pero pasadas las horas, y al beber más de la cuenta, terminan peleándose por recuperar el arma, pues no recuerdan haberla regalado. Esto lleva a la muerte un desenlace trágico, la muerte de ambos.
Uno de ellos, antes de morir, comentó en alto «Me ha matado con mi propio cuchillo… Si al menos se lo hubiera vendido por una moneda«.
Desde entonces no se regalan cuchillos, por si el regalo se convirtiera en una agresión con un resultado incierto, como el de esos dos hombres.
Ahora eres tú el que debe decidir si te arriesgas o no a regalarle un cuchillo a alguien para evitar perderla de vista… Aunque pensándolo bien, tal vez puedas querer lo contrario y poner realmente en práctica la posibilidad de regalar un cuchillo a aquella persona que no quieres volver a ver.
A mí, sin ir más lejos, se me ocurre más de una persona a la que le voy a regalar uno, a ver si la teoría es cierta.
A pesar de ello, voy a tratar de ser buena persona y, por lo menos, voy a elegir entre alguno de los que consideramos como mejores cuchillos del momento.
Entre los cuchillos para caza y supervivencia, elegiría uno de los famosos Cuchillos Cudeman.
Y entre los cuchillos de cocina, alguno de los cuchillos que usan en MasterChef de la marca Arcos o Global.
Regalar cuchillos: superstición
Aunque mucha gente se toma estas cuestiones en tono de broma, lo cierto es que la superstición de no regalar cuchillos ha arraigado en muchas partes del mundo, considerándose algo tabú y de muy mal gusto. Está claro que por regalar un cuchillo no vamos a conseguir que una pareja se separe o llevarle la mala suerte a algún individuo, pero sí que estaremos cometiendo un acto que no está demasiado bien visto por la sociedad.
Los cuchillos, aunque sean inofensivos cuchillos de cocina, siempre pueden entrañar cierto riesgo, pues se podrían llegar a utilizar a modo de arma. Por eso, como a ninguno se nos ocurriría reglar una pistola o una granada de mano, tampoco será muy conveniente que ofrezcamos cuchillos como regalo.
Si te regalan un cuchillo, ¿qué das a cambio?
Ya lo hemos mencionado antes: una de las formas más eficaces de deshacernos de la mala fortuna asociada a recibir un cuchillo como regalo es hacer que deje de ser un regalo. Dicho con otras palabras, conseguir que ese regalo pase a ser un intercambio o una compra.
Para ello, solo tenemos que entregar a la persona que nos da el cuchillo algo en compensación, ya sea un objeto o una cantidad simbólica de dinero. Y si pensamos que ese regalo nos lo han hecho con mala intención, siempre podemos buscar venganza entregando otro objeto que también esté asociado a la mala suerte, como un espejo o incluso otro cuchillo. Ya lo dice el refrán: quien ríe el último, ríe mejor.
Regalar cuchillos: ¿cuándo es correcto hacerlo?
Para evitar incurrir en un acto que pueda provocar el rechazo o la indignación de la gente, lo que podemos hacer cuando deseemos regalar un cuchillo, es acompañarlo de otros utensilios adicionales en un mismo pack. De esta forma, lo que estamos regalando es un juego de herramientas o cubiertos, y no un único cuchillo.
Algunas opciones interesantes entre los posibles juegos de cuchillos que podemos regalar, están los cuchillos de mesa o los cuchillos para boda.
Regalar estos u otros tipos de cuchillos será la mejor forma de evitar la «maldición» o el «mal fario» y, al mismo tiempo, quedaremos muy bien con el agasajado, ya que le estaremos entregando un presente muy interesante y útil.
¿Regalar un cuchillo trae mala suerte?
Si nos ceñimos al sentido común, el significado de que te regalen un cuchillo no debería ir ligado a un deseo de mala fortuna o de desgracia. Se trataría únicamente de un regalo inocente de un utensilio que sirve para cortar algo. Pero también hay quien es firme creyente del simbolismo de este acto y que, pese a tratrse de una simple superstición, puede entender el gesto como una acción malintencionada.
Por tanto, ¿se puede regalar cuchillos? Por supuesto que sí, porque no va a pasar nada malo por ello. Lo único que debemos tener en cuenta es si la persona a la que vamos a hacer el regalo es aprensiva o que cree en estas cosas, en cuyo caso será mejor buscar un regalo diferente. Y es que, al fin y al cabo, un regalo debe servir para tener un bonito detalle con alguien, y no para que se sienta ofendido o temeroso.
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Siempre había escuchado eso de que los cuchillos no se regalan, pero por otra parte si que se regalan juegos de cuberterías completas en bodas y otros eventos. Ahora sé la razón 😀